Liang Wenfeng, de 39 años, se ha convertido en el rostro poco conocido pero decisivo de la nueva era de la inteligencia artificial en China. Fundador de DeepSeek, su trayectoria es un ejemplo de cómo el talento, la innovación y un enfoque disruptivo pueden desafiar incluso a los gigantes tecnológicos de Silicon Valley.

De los inicios humildes a la cima tecnológica
Nacido en una aldea rural de Guangdong y formado en la prestigiosa Universidad de Zhejiang en Hangzhou, Liang destacó desde joven por su habilidad matemática y su capacidad para abordar problemas complejos. Durante su etapa escolar, se le recordaba como un estudiante aplicado y creativo, cualidades que lo impulsaron a lograr el primer puesto en el gaokao, la exigente prueba de acceso a la universidad en China.
La transición al mundo de la IA y las finanzas
Tras graduarse, Liang se sumergió en el universo del aprendizaje automático y la visión por computadora, campos en los que encontró su verdadera pasión. A los 25 años, ya lideraba un fondo de capital riesgo, High-Flyer, que se enfocaba en las finanzas cuantitativas—una disciplina que busca predecir los mercados mediante algoritmos avanzados. Este fondo experimentó un crecimiento vertiginoso, multiplicando sus activos en pocos años y posicionándose como un actor relevante en el sector.
La creación de DeepSeek: innovación a bajo costo
En 2021, en plena escalada de las tensiones tecnológicas y las restricciones al acceso de chips de última generación impuestas por Washington, Liang dio un paso audaz: la fundación de DeepSeek. La start-up se ha destacado por desarrollar una inteligencia artificial de código abierto, cuyo entrenamiento es significativamente más barato y eficiente que el de sus competidores internacionales. Con un equipo de 139 jóvenes profesionales, DeepSeek ha demostrado que la innovación puede florecer con menor intervención jerárquica, permitiendo a los desarrolladores experimentar y aprender de los errores.
Impacto y significado geopolítico
El éxito de DeepSeek no solo ha generado orgullo en el ámbito tecnológico chino, sino que también ha sacudido el mercado internacional. La irrupción de esta IA disruptiva ha cuestionado modelos de negocio establecidos y ha provocado caídas históricas en el valor de empresas como Nvidia. Para Liang, las sanciones impuestas por Estados Unidos han sido un incentivo para que China impulse su propia revolución tecnológica, posicionándose no como un seguidor, sino como un competidor capaz de liderar el futuro de la inteligencia artificial.
Conclusión
La historia de Liang Wenfeng y DeepSeek es una muestra de cómo la creatividad y el talento pueden desafiar estructuras tradicionales en el sector tecnológico. Mientras el mundo observa, este enigmático visionario ha puesto a prueba la capacidad de China para innovar en tiempos de restricciones y ha marcado un antes y un después en la carrera global por el dominio de la inteligencia artificial.
Este relato invita a reflexionar sobre el valor de la originalidad, la eficiencia y la libertad para innovar, pilares que podrían definir el futuro de la tecnología en un mundo cada vez más interconectado.